Con cuánta rapidez se transforma el ‘amor’ humano en odio en una corte de divorcio. El amor de Dios no es así. Su amor no cambia. De la misma manera que Dios es inmutable, también Su amor lo es.
“Pone como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duros como el Sol de los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, no lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarán”
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”
La tristeza mira hacia atrás,
La preocupación mira alrededor,
La depresión mira hacia abajo,
Pero la fe..... la fe mira hacia arriba
El amor de Dios es infinito y sin limites que sobre pasa todo tan grande que no podemos ir arriba de el, profundo que no podemos ir debajo de el, y tan ancho que no podemos ir fuera de el.
Con Dios podemos alcanzar la paz que necesitamos para sentirnos verdaderamente realizados y felices. Con Dios no hay imposibles, todo lo podemos alcanzar